miércoles, 19 de mayo de 2010

Presentación del Plan 2013 al SINAES

El Plan 2013 de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica surge a partir de una inquietud de la Dirección por sensibilizar al cuerpo docente sobre los procesos de Mejoramiento que son compromiso de la unidad académica, y retroalimentar la gestión ante la Universidad de Costa Rica para transformar la escuela en una Facultad de Arquitectura.

Esta idea ha ido evolucionando hasta constituirse en un proyecto docente, producto de un esfuerzo colectivo que toma en cuenta a todos los actores que conformamos la Escuela –estudiantes, docentes y administrativos— el cual será presentado ante la Vicerrectoría de Docencia en el mes de mayo del presente año.

Su objetivo fundamental es hacer un planteamiento serio e integral sobre la base filosófica, la estructura y los contenidos que debemos desarrollar para construir la nueva Facultad de Arquitectura. Es de suma importancia entender que la naturaleza de una facultad difiere de aquella de una escuela, dado que se trasciende el rol universitario para adquirir una connotación de orden nacional. Esto implica incorporar una serie de nuevos roles y responsabilidades anteriormente inexistentes en nuestro haber.

Si bien la Escuela de Arquitectura se encuentra en un proceso formal de autoevaluación continua, no debemos limitarnos a una exigua reforma institucionalizada. Más bien debemos pensar sobre cuál es el futuro de la educación de la Arquitectura en Costa Rica y cuál es el rol estratégico que debemos asumir, desde una profunda comprensión del contexto y una responsabilidad social de involucrarnos en los procesos nacionales.

Más aún, las universidades contemporáneas en todo el mundo constituyen redes de intercambio y forman a sus estudiantes confrontándolos a enormes cantidades de información y complejidad a través de experiencias de alto impacto en los procesos de enseñanza – aprendizaje. Hay una fuerte tendencia de transformación de la educación pues se pasa de un modelo de transmisión de información a una construcción del conocimiento. Esto implica cambios de fondo en el modelo educativo que practicamos.

Durante el Encuentro Docente realizado el pasado mes de febrero, se articuló esta inquietud en palabras textuales de doña Eleonora Badilla (Directora del Centro de Evaluación Académica de la UCR.

“Con la acreditación se garantiza que lo que ustedes están haciendo es de buena calidad, pero en ningún momento hay una garantía de que hay una visión de futuro, que están pensando en los retos del mañana, y en los retos que nos presenta el mundo en este momento… “

Nuestra unidad es producto de dos etapas históricas que asociamos a la fundación de la Escuela de Arquitectura y sus primeros años, y a la Intervención a finales de la década de los ochentas con el cambio del plan de estudios a una estructura curricular, el cual se ha extendido hasta la escuela del presente. Hoy nos encontramos en la disyuntiva de extrapolar el modelo existente –que muchos consideramos agotado y obsoleto—, o tomar las riendas en nuestras manos, dando un salto cualitativo hacia una tercera etapa histórica, que dé origen a una facultad contemporánea, abierta a la participación de los problemas nacionales y profundamente integrada a redes de conocimiento a partir de la investigación, la vinculación externa y un modelo pedagógico de gran calidad.

Son muchas las razones y las condiciones internas y externas que justifican este cambio:

  • El plan de estudios actual de la carrera de Arquitectura surge en una sociedad prevalecientemente rural. El 2008 fue el año en que se volcó la balanza y la población urbana a nivel mundial superó a la rural. Según las proyecciones para el año 2050, alrededor de un 70% de la población vivirá en ciudades. Esto es un referente indiscutible que no podemos ignorar.
  • Temas fundamentales como el “cambio climático” están fuera de nuestra agenda, fuera del curriculum y de la conciencia de nuestros estudiantes. Sin embargo sus implicaciones definirán la lógica de un futuro no muy lejano en el que ellos se preguntarán: ¿fuimos preparados para esto?
  • Hoy, nos enfrentamos a un aumento desmedido de la complejidad en todos los ámbitos de nuestro quehacer académico y profesional. Necesitamos herramientas más avanzadas y procesos más abiertos y flexibles para poder crear respuestas competentes.
  • En una universidad humanista, los estudiantes deben ser el centro de todos los procesos. Lo contrario sería una contradicción. Debemos preguntarnos hacia dónde se están dirigiendo realmente los esfuerzos y tener en mente que el éxito de nuestro trabajo radica en la co-participación de los estudiantes en la construcción de los procesos educativos y en la calidad de su producción.
  • Existe una demanda real por la diversificación de la oferta académica, visible desde la vocación de los propios estudiantes de la escuela hacia otras áreas de interés asociadas a la arquitectura, que no son necesariamente la edificación. Asimismo nos encontramos en gran medida anónimos, aislados de una realidad nacional a la cual podríamos movilizar de manera importante si existiesen los recursos y la organización.
  • Requerimos abocarnos a la profesionalización de los académicos, creando procesos de inducción y re-educación que garanticen el mejoramiento continuo y la calidad de los programas, y esto trasciende a una oferta de cursos técnicos aislados. Pensamos en la educación de la Arquitectura en el sentido más amplio, de no sólo accesar a nuestros estudiantes sino también a toda la sociedad civil.
  • Debemos potenciar la autofinanciación a través de un Instituto de Investigación que represente un modelo de negocio de impacto social. Esto genera mecanismos de incentivo para los docentes e investigadores para que haya una posibilidad real de hacer carrera docente, redundando en un mayor compromiso con la Universidad y los estudiantes.

En fin, son muchísimas las razones que podemos dar y que vamos a articular bajo una formulación prospectiva a través del involucramiento del cuerpo docente y de la comunidad estudiantil a esta iniciativa. Esperamos que las autoridades universitarias y los organismos de acreditación como el SINAES nos apoyen y sean co-partícipes de nuestra ambición común de construir la nueva Facultad de Arquitectura.

Plan 2013 - Escuela de Arquitectura - Universidad de Costa Rica

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